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“Se necesita hacer las campañas para certificar el calamar”


octubre 17, 2023octubre 17, 2023No comments

En el proceso de certificación del Illex que emprendió CAPA se obtuvieron los primeros indicadores y es en la investigación científica donde tiene la menor puntuación por la discontinuidad de las campañas de investigación. La pesca en la Milla 201 se presenta como otra amenaza para la certificación y el negocio, aseguró Juan Redini al ser entrevistado.

Revista Puerto - Calamar - Juan Redini presidente de CAPA - img 02
Por Karina Fernández
El proceso de certificación del calamar illex comenzó en diciembre de 2019 cuando se realizó el primer contacto con Pedro Ferreiro, director de la preevaluadora Sustenaible Fisheries, quien puso a las autoridades de CAPA en conocimiento del concepto del FIP y les informó que existían empresas interesadas en financiar una preevaluación del MSC para esta pesquería. En 2020 se contrató a la consultora Naunet, que a mediados de ese año tuvo la primera preevaluación; sin embargo, por la incertidumbre derivada de la pandemia se decidió suspender el trabajo hasta octubre de 2021 cuando se resolvió contratar a los profesionales idóneos para avanzar definitivamente en la certificación de la pesquería.A partir de entonces se trabajó en una primera presentación pública en FisheryProgress, realizándose posteriormente modificaciones en el plan de acción; se definieron otros documentos y los socios se reunieron con instituciones para hacerlas parte del proceso, con el objetivo de publicar el nuevo FIP, lo que se concretó en junio de este año. A partir de allí inició el proceso de mejoras que tiene un plazo de cinco años.

En este proceso se descubrió que los mayores desafíos que enfrenta la pesquería se encuentran en el principio 1 del MSC “Poblaciones de peces sostenibles”. En este caso, 3 de los 6 indicadores de rendimiento obtienen una puntuación inferior a 60 (rojo), 2 entre 60 y 80 (naranja) y sólo uno una puntuación superior a 80 (verde).

Como ya se habló en una entrevista que realizamos con la investigadora del INIDEP, Marcela Ivanovic, el problema reside en una estructura de investigación que no responde exactamente a la requerida por la certificadora, que requiere una campaña de evaluación para cada uno de los cuatro stocks.

Ello se debe en parte al desafío de contar con una población de calamar que se divide en cuatro subunidades diferentes para fines de evaluación. Es necesario revisar o definir los puntos de referencia utilizados en la evaluación de las cuatro subunidades para evaluar mejor el estado de la población. Pero la situación es más complicada aún, porque en el Programa Cefalópodos no pueden siquiera cumplir con las dos campañas que requiere el modelo, por motivos que siempre les son ajenos, siendo responsabilidad de las autoridades del instituto.

“Hay cosas que son de difícil solución, como poder garantizar las campañas en un esquema de investigación que no llega a cumplir las exigencias de las evaluadoras. La preevaluación identifica la falta de regularidad en las investigaciones y campañas científicas como otra área a mejorar, por lo que habrá que diseñar un mecanismo que asegure la regularidad en los esfuerzos científicos para evaluar la población de calamar”, señaló Juan Redini.

REVISTA PUERTO: ¿Cuánto puede afectar la posibilidad de certificar no hacer campañas?

JUAN REDINI: El tema de las campañas es vital para poder seguir avanzando en la certificación, es un misterio qué va a pasar, para poder avanzar se deben hacer las campañas y no se hacen, los barcos se rompen y en la situación en que está el país creo que será cada vez peor. La campaña debería salir en febrero, pero es una incógnita, y no sabemos después de las elecciones qué pasará.

RP: ¿Va a tener que hacerse cargo el sector privado?

JR: Es algo que tendremos que hablar con los socios porque para poder avanzar las campañas se tienen que hacer.

Si se regularizan las campañas, igual sería necesario redefinir los puntos de referencia y las reglas de control de captura para poder dar respuesta a los requerimientos de la certificadora.

Mejor puntuación consiguió CAPA para el principio del MSC “Minimizar los impactos ambientales”. En 11 de los 15 indicadores de desempeño obtienen una puntuación superior a 80 (verde) y ninguno de ellos está por debajo de 60 (rojo). Ahora lo que necesitan es recolectar evidencia para probar este bajo impacto sobre aves marinas y también acreditar el impacto de la pesquería sobre el ecosistema, para mejorar más su puntuación.

En el principio 3 del MSC: “Eficacia de la gestión pesquera”, consiguieron, en 4 de los 7 indicadores, un rendimiento por encima de 80 y los 3 restantes una puntuación de entre 60 y 80. Sin embargo uno de los indicadores que se ha mostrado como bajo ha sido el relacionado con la pesca en la Milla 201 y se ha requerido que se aumente y garantice la vigilancia en nuestra ZEE que se ve afectada.

Desde el punto de vista del ingreso de barcos extranjeros, la puntuación de este indicador será de sencilla resolución, con información que pueden proveer fácilmente tanto la Prefectura Naval Argentina como la Armada. Pero señala Redini que no es el ingreso de barcos lo que se marca como preocupante sino el impacto sobre el recurso, una cuestión mucho más complicada.

“Lo que pasa es que, visto desde afuera, son quinientos barcos en el límite pescando un recurso transzonal. Para mí el problema es ese, está señalado como un problema no porque se puedan meter los barcos sino porque peligra el recurso”, indica Redini.

RP: Desde el INIDEP han señalado, en ese sentido, que los planes de manejo son limitados por lo que sucede en la Milla 201.

JR: Es así y debemos sumarle que no tenemos información, están en el límite… Por eso lo que se está planteando no es que Argentina no controla.

RP: Esa falta de control, que por el momento es imposible, ¿puede ser un condicionante a la hora de certificar?

JR: La realidad es que para certificar tenemos que tener la información de lo que pasa afuera, dicen que se puede lograr acceder a esa información por eso estamos avanzando, pero esa fue nuestra primera pregunta para saber si no estando juntos Malvinas, Milla 201 y nosotros podíamos certificar y nos dijeron que sí. Ellos tienen información de China y sobre todo de Malvinas. Hoy la información es clave para saber dónde estamos parados, en el INIDEP tenemos excelentes investigadores, pero lamentablemente están atados de manos para acceder a datos a los que se podría acceder.

RP: ¿La certificación podría empujarnos a tener reuniones multilaterales?

Eso está trabado hace años, resulta muy difícil que Argentina se siente en una mesa con los británicos y los malvinenses. Sigo pensando que esto es la crónica de una muerte anunciada, ojalá me equivoque, pero si no se para en algún momento va a detonar, el recurso se va a ver muy afectado. En los últimos años tuvimos suerte porque hubo calamar adentro y no salió más allá de nuestro límite, pero tuvimos años muy duros en el que las empresas se fueron a convocatoria y hoy ya no están.

En el próximo mes de noviembre, deberá realizarse el primer reporte ante FisheryProgress, momento en el que se presentarán los avances realizados por el INIDEP y se entregarán los documentos solicitados para responder al punto referido a la responsabilidad social, lo que, según se informa, no constituye un problema.

Para continuar con este proceso CAPA está buscando interesar a grandes compradores internacionales que puedan contribuir económicamente y afrontar así los gastos de gestión. Para ello utilizó el escenario que otorgaba Conxemar haciendo una presentación de los avances y desafíos que hemos presentado en este artículo.

En este camino hacia la certificación, CAPA y las empresas que capturan calamar que se han sumado, tienen por delante dos problemas que no podrán resolver por su cuenta, sobre los que la próxima gestión deberá comprometerse para poder saldarlos, ya que de lo contrario será imposible seguir adelante con el proceso certificatorio: la realización con la continuidad que corresponde de las campañas y la generación de un ámbito de discusión en el que todos los países que capturan illex en el Atlántico Sur estén sentados a la misma mesa. Resolver estos problemas no solo contribuirá a lograr la certificación, sino también a mejorar las condiciones de igualdad en los mercados que hoy afectan a las empresas poteras, campo en el que se encuentran completamente indefensas.

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