El investigador y exdirector del INIDEP, Otto Wöhler, especialista en especies australes, habla sobre el impacto ecosistémico y económico de la pesca INDNR en aguas internacionales, las herramientas con las que cuenta Argentina para regularla, y todo lo que se podría estar haciendo y no se hace.
RP: ¿No servirían?
OW: Se puede proteger el área, pero no es una herramienta establecida para eso, la herramienta es el ordenamiento pesquero; puede ser con una AMP con un plan de manejo que permita alguna actividad, pero es complicado. No es la herramienta más directa para abordar el tema. El nuevo tratado de los océanos evita hablar de pesca, pero habla de conservación de la biodiversidad, que está muy relacionada con la pesca, puede regularla sin decirlo explícitamente y una de las maneras es a través de los estudios de impacto ambiental. Sin embargo, a mi criterio se quedan un poco cortos, porque quien ejerce la actividad es el que tiene que establecer el estudio de impacto ambiental.
RP: ¿Como en la industria petrolera en Argentina, los estudios de impacto ambiental los deben realizar los propios actores?
OW: Sí, es una cuestión de autocontrol que hasta ahora no ha existido, si no, no tendríamos el problema que tenemos en la Milla 200. Recae en que cada uno se controle y haga un estudio de impacto ambiental serio, contundente y realista por sobre todas las cosas. Va a estar sujeto de alguna manera a una evaluación por parte de un equipo que se crearía a tal efecto, pero tampoco establece qué pasaría si no se cumple con ese estudio de impacto o con las recomendaciones que tenga ese estudio. Se queda un poco corto en ese sentido, de todas formas, es otra herramienta más que se sumaría, pero tampoco creo que sea la solución real para el problema. Ahora, lo que todos nos preguntamos es qué pasa con el tema Malvinas.
RP: Dice que no se pueden establecer AMP en áreas de disputa de soberanía.
OW: No, claro, eso no sería aceptado en el marco de este acuerdo y sabemos que la AMP Agujero Azul abarca plataforma submarina que no ha sido reconocida por la ONU, porque es una zona también reclamada por el Reino Unido como perteneciente a la plataforma de las islas. Como ya lo hemos dicho en otras oportunidades, ahí hay una zona que va a generar un enorme conflicto con flotas de terceros países si se llega a establecer la AMP Agujero Azul, porque claramente Argentina no tiene jurisdicción sobre el fondo en esa zona.
RP: El artículo de su autoría y de García Moritán que plantea exigir permiso a los barcos arrastreros y palangreros que operan sobre la plataforma marítima extendida recibió algunas críticas en ese sentido. Varios especialistas consideran que no sería de aplicación en gran parte de la Milla 201 porque no tenemos jurisdicción.
OW: Es de aplicación en las áreas reconocidas por la ONU. Es una pesca no regulada, no sabemos hasta qué punto no declarada y en parte también es ilegal cuando pesca con arrastreros en las zonas reconocidas por la ONU. Nuestra opinión es que la pesca es ilegal cuando se opera sobre los fondos marinos en las zonas reconocidas, porque se requiere un permiso de pesca que esa flota no tiene, porque esos fondos son propiedad del Estado Nacional y cuando se opera con arrastre de fondo se vulnera toda la fauna bentónica, sésil que está adherida a esos fondos. Solo un 30 por ciento no está reconocido por la ONU, que es desde la mitad del Golfo San Jorge hacia el sur, hacia el sector bajo dominio del Reino Unido; en el resto sí se podría aplicar.
RP: Se ha dicho que sería de difícil aplicación, ¿es así o contamos con las herramientas para poder ponerlo en práctica inmediatamente?
OW: En estos casos no es aconsejable llevarse por delante todo de un día para el otro y establecer que la pesca es ilegal y tratar de sacar a todos los arrastreros, pero es hora de empezar a hablar del tema y generar acuerdos. Hay que avanzar porque tenemos la herramienta legal para hacerlo, habría que comenzar a hablar con los países que tienen flota ahí y tratar de encontrar una solución. La solución puede ser desde la más radical, como no permitir la pesca por arrastre de los buques que no tienen licencia argentina hasta llegar a un acuerdo para regular ese esfuerzo. Lo que no se puede hacer es no regular nada como sucede ahora. La pesca está liberada y es el peor escenario. En esa zona se están pescando aproximadamente 50 mil toneladas de merluza, 4 mil toneladas de abadejo que es más de lo que se pesca adentro donde está fuertemente regulada; la captura de merluza negra también es muy significativa.
RP: Siendo la merluza negra tan controlada a nivel mundial, ¿no se puede accionar ningún reclamo?
OW: Nuestro planteo involucra la pesca por palangre en esa zona porque afecta a los individuos sedentarios y por lo tanto también es ilegal.
RP: ¿No hay conciencia real del impacto de esa flota?
OW: No conozco un análisis serio de cuánto afecta a las pesquerías argentinas. No lo hay, no sé por qué, pero no hay.
RP: ¿Existe forma de medirlo?
OW: Sí, se puede medir porque las capturas se conocen, se puede modelar el efecto. Pero más allá del efecto sobre la población biológica, tiene un efecto sobre la comercialización de los productos porque genera competencia desleal. En cuanto al ecosistema ya hay algunas señales de que los fondos están muy poluidos por los efectos de la basura marina que generan trescientos y cuatrocientos barcos pescando ahí todos los años. Ese es un aspecto que aún no se ha abordado.
RP: Con esta herramienta legal de los permisos, con los acuerdos de la OMC y de la ONU, ¿qué acciones podría estar realizando Argentina?
OW: Con el tema del arrastre está muy claro, podría establecer que esa pesca es ilegal y sentarse a charlar con los países que pescan ahí. El acuerdo de la OMC es una herramienta muy poderosa porque toda la flota que opera allí está subsidiada de una u otra manera, por lo tanto, se podría a avanzar en cuanto entre en vigor. Sería muy útil preparar un estado de situación de lo que es la pesca en altamar de los distintos recursos y ver qué impacto tiene sobre los ecosistemas. Empezar a investigar eso para que cuando entren en vigor estos acuerdos, podamos contar con una herramienta que condicione cualquier estudio de impacto ambiental que se pretenda hacer en el área y que no se ajuste a la realidad. Esos estudios llevan tiempo, es un estudio sobre el ecosistema en su conjunto y todas las flotas que operan ahí, porque China puede hacer un estudio de impacto ambiental de su flota, pero debe considerar a toda la flota que opera en el área y los efectos acumulativos. Argentina lo podría estar haciendo para tenerlo como contralor, la situación amerita que se inicien ese tipo de estudios.
RP: Es llamativo que Cancillería no convoque a los biólogos para debatir sobre este tema.
OW: No sería suficiente solo los biólogos, el impacto económico que tiene esa pesca es muy importante y sería interesante analizar con cifras ciertas, porque lo que hay no tiene sustento, no se ha demostrado cómo se llegó a esa cifra.
RP: ¿Por qué Argentina no reacciona?
OW: Es un problema relativamente nuevo porque surge a partir del reconocimiento de la plataforma extendida y es necesaria una decisión política que va a tener consecuencias con países con los que Argentina comercializa muchos productos, entonces creo que eso genera alguna traba para tomar medidas. Los que operan por arrastre son principalmente España y algo China, por eso es importante realizar acuerdos con esos países para tratar de regular lo que se pueda con las herramientas que tenemos. Lo que no podemos hacer es quedarnos sentados. Hacer lo que hicimos hasta ahora que es nada, implica que todo va a seguir igual.
RP: ¿Qué le pasó cuando vio la difusión del vuelo de Piñeyro en la Milla 200, en la que se denuncia una pesca ilegal que no existe dentro del Mar Argentino?
OW: En estos temas hay mucho desconocimiento y muchas ganas de generar una noticia e indignación en la gente, lo cual es bueno, pero hay que hacerlo sobre la base de la verdad porque cuando se genera ese tipo de noticias amarillistas, corremos el riesgo de que sean contraproducentes y sean desacreditadas rápidamente. Hay que tener en cuenta una cosa, que estén pescando dentro de la milla 200 o a unas pocas millas afuera, el resultado sobre el recurso y sobre su comercialización es exactamente el mismo, obviamente al pescar unas millas afuera no es ilegal pero no está todo bien porque están pescando afuera.