Desde este viernes el área al sur del 44° Sur quedó habilitada para toda la flota potera. La prueba de la zafra anticipada resultó un nuevo fiasco. La flota que operó desde el 2 de enero al sur del 49° Sur no registró capturas.
Los magros resultados registrados al sur del 49° Sur deberían hacer reflexionar a las autoridades sobre la conveniencia de generar este mecanismo de incentivos para comenzar anticipadamente la temporada, cuando desde el propio INIDEP habían reportado que a esta altura del año las concentraciones del stock sudpatagónico todavía no se encuentran en dicha área.
El propio Antonio Solimeno reconoció en los últimos días que los capitanes de sus poteros se negaron a zarpar para operar en aquella zona y lo terminaron convenciendo de no mover los barcos hasta la apertura general que se habilitó en las últimas horas.
Estos nueve poteros que sí migraron tan al sur pudieron comenzar a pescar debajo del paralelo 44° Sur a partir del 7 de enero. Según datos a los que pudo acceder este medio, luego de dos noches donde les costó encontrar la marca, en los últimos días operaron en el cuadrante 4463, donde obtuvieron capturas regulares, entre 5 y 10 toneladas.
Se trataría de ejemplares pertenecientes al stock desovante de verano, de entre 170 y 200 milímetros de largo de manto, de acuerdo al reporte de los dos observadores embarcados en esta flota.
Hasta ahora no hay datos precisos de la cantidad de buques extranjeros que operan sobre la milla 201 aunque se calcula que serían unas 300 embarcaciones, principalmente de China y Corea, como todos los inicios de año.
A los armadores poteros nacionales les preocupan los primeros datos que arroja la pesquería con la operatoria de los nueve buques. El año pasado las capturas iniciales oscilaron entre las 45 y 50 toneladas por noche.
La temporada de calamar 2023 contabilizó 153.284 toneladas, 8% menos que en 2022, aunque el número final terminó siendo mejor que el esperado. Sobre todo, luego que debiera cerrarse por un par de semanas la pesca en la unidad de manejo al norte del 44° para esperar el crecimiento de la segunda cohorte del stock bonaerense norpatagónico.
En la radiografía de las capturas por tipo de flota, los poteros aportaron la mayoría, 134 mil toneladas, aunque la cifra representó una caída del 9% en relación con el año anterior. Los congeladores arrastreros también tuvieron una merma, más significativa: declararon capturas por 8.318 toneladas, 38% menos que en 2022. La flota fresquera de altura fue la que mostró números verdes: desembarcó 10.549 toneladas, 64% por encima del año anterior.