La pérdida de biomasa del caladero, determinante para adelantar el regreso de las 16 embarcaciones
Las autoridades de Malvinas han ordenado el cierre de su caladero este viernes a medianoche. La campaña del calamar patagónico concluye así once días antes de lo previsto para la flota gallega, que adelantará su regreso a casa. Los 16 barcos afectados no volverán a faenar en la zona hasta finales de febrero del próximo año.
Las sociedades mixtas participadas por compañías de Vigo y Marín deben acatar las recomendaciones de técnicos y científicos que regulan las capturas en este enclave del Atlántico Sur, según confirmaron fuentes del sector. Hay una razón de peso: el caladero se estaba acercando al umbral de las 10.000 toneladas de biomasa (este miércoles había 10.200).
La presente campaña en Malvinas ha sido este año un auténtico desafío para la flota gallega. Aunque se superaron las 10.000 toneladas de capturas hace un par de semanas, el panorama seguía siendo muy incierto por problemas claves. El principal, el descenso de biomasa. El buque Prion, de una sociedad participada por Pescapuerta lo pudo comprobar en la prospección para esta campaña: el 7 de agosto se dictaminó el cierre de la pesquería de loligo durante 48 horas al detectar que la fertilidad de la especie no era la oportuna. Entonces, saltaron las alarmas. Los buques gallegos pudieron trabajar cerca de cuarenta días, pero las autoridades han acordado finalmente, con prudencia, cesar la actividad.
Mientras lo niveles de biomasa lo han permitido, cada embarcación gallega ha capturado de media alrededor de 25 toneladas diarias en el Atlántico Sur.
Armadores consultados por La Voz apuntan que «la presión ambiental, la variabilidad del recurso y los costes operativos están marcando una etapa de transición que exige adaptación y estrategia».
Entre la primera y la segunda campaña de este 2025, la flota de Malvinas ha podido superar las capturas alcanzadas el año pasado: 48.000 toneladas. Ahora, las esperanzas se centran en la recuperación del caladero. La prospección prevista que hará alguno de los barcos a mediados de febrero del 2026 será determinante para poder reanudar el trabajo.