No es menor abordar el tema varias veces, dada las circunstancias que llevaron a que una de las embarcaciones, que es en definitiva la que se encarga de mostrar (con sus científicos) el estado de los recursos pesqueros argentinos, y que estuviera durante tanto tiempo sin realizar campañas, que esta es más que significativa, sobre todo porque ya puso proa a estudiar uno de los tres recursos más importantes para la Argentina.
No en vano tampoco era la cara de satisfacción del personal del Instituto cuando el BIP partió desde el tramo de muelle que ocupa el INIDEP y que ya en horas de la noche del lunes lo encontraba navegando a la altura de Mar del Sud, para poder desarrollar el muestreo bioestadístico del calamar (la campaña se encuadra en el Programa Pesquería de Cefalópodos).
Importante serán también las muestras que se puedan colectar de otras especies a pesar de estar abocados a una de ellas, ya que podría estar presente la Merluza de cola, para evaluar sexo y longitud, seleccionando ejemplares de ese modo discriminados, quedando a criterio del responsable del muestreo la decisión de su realización y el número final de las mismas a evaluar. Especie que desde hace mucho no se ve en tamaño adulto, convirtiendo la escasa biomasa en una pesquería de juveniles, algo que rompe el límite de lo exigido por la Ley Federal de Pesca. Que Además, llega como consecuencia del paso desde el Pacífico Sur, lugar donde se presume, reproduce y desova; mientras la propia Secretaría de Pesca de Chile, la ha declarado especie agotada desde el 2017.
Entre las indicaciones de la campaña se determinó que no existe límite mínimo de captura para la realización de las submuestras y se deberán realizar siempre que se observe, un cambio en la estructura de longitudes de la especie, a pesar de permanecer en el mismo estrato.
Los datos a consignar serán: la longitud total y preanal, peso, sexo, estadio de madurez gonadal y se extraerán los otolitos. Los estómagos serán extraídos, conservados en bolsas plásticas y congelados para ser procesado en tierra.
Al realizar la submuestra tomarán una muestra de músculo de 35 individuos contemplando, dentro de lo posible, que los ejemplares muestreados para tal fin cubran el rango de longitudes capturado en el lance. Las muestras de músculo deberán ser obtenidas de la siguiente forma:
– El tamaño de la muestra deberá ser de unos 5 cm de lado aproximadamente, con o sin piel, y podrá extraerse del cachete, la nuca, el pedúnculo caudal, el lomo, etc.
– Colocar la muestra en una bolsa de nylon junto con el respectivo rótulo.
– Estibar inmediatamente (no más de una hora después de realizado el muestreo) y mantener congelado hasta su desembarco.
– Limpiar el instrumental de disección entre cada ejemplar con un paño limpio o papel empapado en etanol para evitar la contaminación entre muestras.
En aquellos casos en que esta actividad no pueda ser realizada a bordo, las muestras serán congeladas para ser procesadas en tierra por los integrantes del Programa de Pesquerías de Peces Demersales Australes y Subantárticos.
Del mismo modo se pondrá atención en otras especies de peces australes (Micromesistius australis-Polaca-,Salilota australis-Salilota, granaderos).
Si se tratara de ejemplares grandes los que se capturen, se submuestreán todos, si son juveniles, uno o dos cajones. Se realizará el submuestreo similar al de merluza de cola.
Una de las especies que siempre es pasible de atención es el Genypterus blacodes (Abadejo), se lo caracterizará prácticamente con las mismas variables; es decir, longitud y sexo en todos los lances con captura, dos a tres por estrato, atendiendo a la variabilidad en la distribución de longitudes, ya que es la época y el área de reproducción de esta especie.
Si la muestra presentara un amplio rango de longitudes de juveniles y adultos, se hará la submuestra y se extraerán diez gónadas por clase de longitud y sexo para formolizar al 10%.
Si el número (diez por clase de longitud y sexo) no se alcanza en una submuestra se completará en otro lance.
El muestreo acústico (señal) de la embarcación se registrará en tiempo real durante las 24 horas utilizando una ecosonda SIMRAD EK-500 operando en las frecuencias de 38, 120 y 200 kHz. El monitoreo del desempeño del arte de pesca se efectuará mediante sensores de telemetría acústica SIMRAD PX, que recabarán información de la distancia entre portones, abertura vertical de la red y estimación de la captura durante la operatoria.
Con respecto a la oceanografía, como parte de la caracterización de los campos de superficie se registrarán en forma continua durante toda la derrota y dentro del área de operación pesquera los valores de temperatura, salinidad con un termosalinógrafo marca SBE 21.
Para mediciones de parámetros en la columna de agua se utilizará una roseta (SBE55 con 6 botellas de 4 litros) con un CTD SBE25 plus que será equipado con sensores de temperatura y conductividad y sensores adicionales de fluorescencia. Se colectarán muestras de agua a diferentes profundidades para la calibración de la salinidad, especialmente en el fondo y eventuales muestras de otros programas.
Las posiciones de las estaciones oceanográficas fueron elegidas tratando de hacer coincidir con la mayor cantidad de lances de la flota comercial de pesca de fondo.