La reunión con legisladores de ese bloque fue decepcionante y clarificadora. El gobierno solo accederá a eliminar las modificaciones sobre tripulación argentina y descarga en puertos nacionales, pero mantiene la idea de licitación que ahora sería nacional. El impacto sobre el empleo y las pymes será igualmente trágico y eso le transmitirá el sector hoy a Pedro Vigneau.
Ya lo había anticipado la industria naval en su comunicado de ayer: no logran entender estos legisladores que una licitación sin tener en cuenta las inversiones realizadas, el empleo en tierra, la historia de captura y la falta de sanciones, parámetros establecidos para la cuotificación, será la ruina de cientos de pequeñas y medianas empresas que generan decenas de miles de puestos de trabajo en la ciudad de Mar del Plata y la Patagonia.
“Los intereses foráneos sin antecedentes fácilmente pueden radicarse en el país y pretender licitar sin la mochila de inversiones y empleo que hoy tienen las actuales empresas pesqueras argentinas”, habían advertido en ese sentido desde la Cámara de la Industria Naval y agregaron que “estaríamos poniendo en una lucha desigual y en riesgo a miles de puestos de trabajos que dependen de pymes familiares frente a las grandes empresas nacionales y de capitales extranjeros que hoy existen”.
Sin el requerimiento del procesamiento en tierra como un parámetro clave para acceder a una cuota, la pérdida de empleos será inevitable. Las pymes que seguramente no logren acceder por licitación es probable que deban cerrar y las grandes empresas reducirán drásticamente su personal. El impacto social será gravísimo.
En pos de una supuesta transparencia se pretende barajar y dar de nuevo, tirando por la borda todo lo que la industria pesquera ha construido en sus más de cien años de historia, que la llevaron a generar casi 50 mil puestos de empleo, una explotación sustentable de los recursos y cerca de 2 mil millones de dólares anuales en exportaciones.
Los senadores del PRO no lograron entender la implicancia de lo que apoyan, a pesar de contar entre ellos personas que vienen del sector productivo como Alfredo de Angeli. Hoy el sector se reunirá con el jefe de gabinete del Ministerio de Bioeconomía, Pedro Vigneau, otro hombre que viene del sector productivo; se espera que pueda comprender que es necesario eliminar completamente el punto III del capítulo VIII que modifica la Ley de Pesca para evitar la debacle de la industria pesquera.
No hay muchas esperanzas porque al parecer este es límite que impone el gobierno y no parece dispuesto a admitir los errores cometidos, muchos menos en su totalidad. Por lo tanto, seguir explicando la situación a los bloques que conforman la Cámara de Diputados resulta clave.
Hoy luego de reunirse con Vigneau, representantes de todas las cámaras empresarias se reunirán en el Congreso con los diputados nacionales del bloque de la Unión Cívica Radical y el jueves con el bloque completo de Unión por la Patria. Se espera que la amplitud de los legisladores opositores sea mayor y que su decisión pueda, al momento de la votación, torcer el rumbo irresponsable que intenta imponer el gobierno de Javier Milei.