En mayo, el buque chino Tian Xiang fue sorprendido pescando de manera ilegal en la zona económica exclusiva (ZEE) del Perú y fue sancionado con una multa mínima de 242 soles (aproximadamente 64 dólares). Esta medida generó indignación en el sector pesquero peruano, siendo calificada por la Sociedad Nacional de Pesca Artesanal (Sonapescal) como «risible».
Posteriormente, se reportaron más casos por pescadores artesanales, quienes utilizaron redes sociales como Facebook y TikTok para documentar embarcaciones extranjeras aparentemente pescando dentro de la ZEE peruana. En respuesta, el Ministro de PRODUCE, Sergio Gonzales, anunció que su administración está trabajando en un decreto de emergencia para mejorar el control y la supervisión de las actividades pesqueras, tras las críticas de la industria sobre la aplicación laxa de las leyes por parte del gobierno.
El reglamento propuesto tiene como objetivo establecer un nuevo mecanismo que permita al gobierno peruano denunciar a las embarcaciones extranjeras que violen la jurisdicción peruana ante entidades internacionales, como la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS). Las sanciones podrían incluir la revocación de los permisos de pesca.
«Debemos reconocer que después de mucho tiempo, PRODUCE finalmente ha aceptado la existencia de un gran problema de permisividad, en el que cientos de barcos calamareros extranjeros se han aprovechado para entrar a nuestros puertos sin el control adecuado«, afirmó la presidenta de Sonapescal, Elsa Vega, en un comunicado.
Alfonso Miranda, presidente del Comité de la Sociedad Nacional de Industrias Pesqueras y Acuícolas del Perú, señaló que «este anuncio es una señal positiva no solo para el sector pesquero nacional sino también para los mercados internacionales, que están atentos a las medidas que tomará Perú para reducir los riesgos asociados a brindar servicios logísticos e instalaciones portuarias a embarcaciones vinculadas a actividades de pesca INDNR.«
«Este es un primer paso y esperamos que esta reforma contribuya a un mejor control de las embarcaciones que capturan calamar en alta mar, que impactan severamente la sostenibilidad de la especie y compiten deslealmente con nuestra flota artesanal«, afirmó Miranda. «Las reformas regulatorias y la fiscalización de las flotas extranjeras que ingresan al Perú representan un avance necesario, algo que ha quedado relegado por muchos años, según actores del sector«.
PRODUCE ha rechazado las afirmaciones de que ha hecho poco para combatir la pesca INDNR en el pasado. El 5 de junio, en conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra la Pesca INDNR, el Ministerio informó que ha realizado 71,432 inspecciones a embarcaciones pesqueras en 2024, además de 1,597 operativos de supervisión y fiscalización interinstitucional en las diferentes regiones costeras del país, con el apoyo de otras dependencias gubernamentales.
El viceministro de Pesca y Acuicultura de Perú, Jesús Barrientos, indicó que mediante estos operativos se han decomisado 1,640 toneladas de productos del mar que no cumplían con las disposiciones gubernamentales de sostenibilidad; de ese total, 443 toneladas fueron donadas a poblaciones de escasos recursos.
PRODUCE también está gestionando la adquisición de dos nuevas lanchas patrulleras marítimas con un presupuesto de 27.5 millones de soles (aproximadamente U$S7.3M), que se sumarán a la flota existente del país de cuatro patrulleras adquiridas entre 2021 y 2023 bajo un acuerdo con la Marina de Guerra del Perú, informó Barrientos.
La pesquería de calamar gigante es la segunda más importante del Perú, después de la pesquería de anchoveta. El calamar gigante o pota (Dosidicus gigas) es un recurso transzonal y está clasificado en el Perú como subexplotado. A nivel nacional, se trata de la segunda pesquería más importante después de la anchoveta, tanto en volumen de desembarques como en ingresos en divisas. La flota peruana que captura pota es eminentemente artesanal, pese a que su Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) busca consolidar una flota de mayor escala. Los principales retos de esta pesquería son la formalización de la flota artesanal y la participación de embarcaciones peruanas en el marco de la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS), cuando la actividad extractiva se desarrolla fuera de las aguas nacionales. Y, entre las tareas urgentes, la actualización del ROP de la pota se presenta como una de ellas.
A pesar de la importancia económica del calamar gigante para las comunidades locales y para el Perú en su conjunto, el gobierno nacional ha encontrado obstáculos para establecer una gestión, un seguimiento y una aplicación efectivas de las normas de la pesquería. La especie es altamente migratoria, lo que facilita la pesca ilegal por parte de flotas de aguas distantes. La falta de una gestión internacional coordinada de la pesquería agrava el problema.