A partir de la preevaluación y la presentación realizada por CAPA en Fishery Progress, las empresas asociadas ingresaron oficialmente en el PROME. En un plazo de cinco años deberán trabajar en las debilidades respecto de las reglas de control y estrategias de captura para poder iniciar el proceso de certificación del sello MSC.
“La importancia de estar en la página de Fishery Progress, la da el hecho de que ahí se compilan los distintos PROMES a nivel mundial y los compradores pueden acceder a la información de forma fácil y creíble, viendo los avances que están teniendo las pesquerías en las que están interesados. Por eso es importante reportar avances cada seis meses”, dice Sofía Wöhler.
REVISTA PUERTO: Se ha marcado que no existen reglas de control de captura específicas o herramientas para la pesquería que se ajusten los niveles o tasas de explotación en respuesta a los indicadores del estado del stock, por lo que indican necesario desarrollarlos en conjunto con el INIDEP y el sistema de gestión.
ENRIQUE MORSAN: El problema es que el calamar illex tiene cuatro stocks, un grupo desovante por cada estación del año. Unos son más abundantes que otros como el subpatagónico y el norpatagónico; mientras que el desovante de primavera y el de verano son menos importantes. La ciencia se concentró en los más abundantes y lo que se critica es que no hay reglas establecidas que abarquen las diferencias poblacionales que hay en la zona. A los puntos de vista de una certificación, tenemos dos grupos muy bien estudiados y falta de reglas específicas para los otros dos. Hay que ver si es pertinente tener otras reglas, demostrar con estadísticas y un estudio de las reglas muy puntilloso. Pero no creo que sea un problema resolverlo con el INIDEP dentro del plazo del PROME.
RP: ¿A la hora de ser evaluados, el hecho de que durante los últimos 10 años no se hayan podido sostener las dos campañas anuales puede complicar la calificación?
EM: Si estuviéramos en una instancia de evaluación, jugaría en contra. No tener las campañas es bajar un estándar si lo veníamos teniendo, sería una debilidad, pero no estamos en una instancia de certificación y el PROME empieza a contar qué va a pasar de ahora en adelante. Si en estos cinco años se hacen las dos campañas anuales, cuando llegue el momento de la certificación podremos mostrar los pergaminos.
RP: Que la efectividad del plan de manejo se vea afectado o trunco por la actividad en la Milla 201 ¿puede afectar el otorgamiento de la certificación?
EM: El problema es el impacto que puede tener esa pesca sobre la población y su afectación al reclutamiento. Si el stock migra por fuera de la milla 200 demasiado prematuramente y la flota de afuera lo pesca de manera indiscriminada, va a tener un impacto en la población y en lo que voy a tener disponible al año siguiente de forma directa. Pero cada año es variable, depende mucho de variables ambientales. En el proceso de certificación lo importante es que no se violen normas nacionales ni internacionales, el sistema de manejo debe ser sólido, pero en el área donde se tiene jurisdicción. Nosotros y el INIDEP no podremos hacer más que alguna presentación a Cancillería para que haga alguna gestión ante la flota extranjera. La gente del INIDEP está muy preocupada por esto.
DARIO SOCRATE: La milla 201 tiene condimentos diplomáticos que no están considerados en el MSC porque estas cosas que nos pasan a nosotros no están consideradas en muchas partes del mundo. Por lo que va requerir ciertas gestiones que no están a nuestro alcance pero que se deberán tener en cuenta. También han marcado que no está claro si la disminución de la abundancia del desovante de verano se debe a la sobrepesca, condiciones ambientales desfavorables u otras circunstancias externas y que, pese a ello no se ha encontrado información sobre la necesidad de reconstruir el stock, un plazo de recuperación ni evidencia de estrategias de recuperación.
RP: El INIDEP está comenzando con análisis de ese tipo, pero ¿se podrá llegar a 2028?
EM: Hay muchos factores: nuestra flota, la flota extranjera y las variables ambientales. Habrá que identificar que factor puede estar generando una reducción de la abundancia. Es un desafío importante para el INIDEP, pero podemos llegar a tener información que nos permita tener una buena carta de presentación. Lo importante es no tener un indicador por debajo de 60 puntos, eso nos dejaría en un callejón sin salida. Se necesita a varias áreas del Estado para poder lograrlo, las empresas son las movilizadoras pero solas no pueden.
Concluyendo la entrevista, Dario Socrate señala que han recibido “un apoyo explícito del Subsecretario de Pesca” y aclara que las empresas alcanzadas por el PROME son las asociadas a CAPA que ha iniciado las gestiones. Pero que están desarrollando un esquema para que las empresas que no están asociadas puedan acceder a los beneficios sin necesidad de pertenecer a la cámara.