REDACCIÓN / LA VOZ
RAMON LEIRO
Tras retrasar el arranque una semana, no parece que el stock haya alcanzado todavía la talla más apta de comercialización
La temporada de calamar loligo (Loligo gahi) en las islas Malvinas ha arrancado esta semana con gran incertidumbre debido la biomasa registrada, la menor de los últimos cinco años y por debajo del promedio de los últimos dos decenios.
La campaña, en la que participan alrededor de una quincena de embarcaciones de empresas mixtas de capital gallega, comienza una semana más tarde de lo habitual después de que así lo recomendasen los científicos. Así, estaba previsto que se iniciase el 23 de febrero, pero no lo hizo hasta el 4 de marzo debido a que los biólogos estimaron que había calamar suficiente, pero no del tamaño más adecuado para su comercialización.
Los asesores científicos confiaban en que ese lapso de tiempo fuese suficiente para que los ejemplares llegasen a la talla mínima y que ingresasen a la pesquería otros que pudiesen complementar el stock de calamar loligo, pero ahora se pone en duda esa teoría.
Las prospecciones preliminares que permitieron la apertura de la campaña fueron realizados por el buque pesquero Golden Chicha, propiedad de la armadora viguesa Chymar, que zarpó de Vigo con destino a las islas Malvinas, el 5 de enero pasado.
El objetivo era evaluar el volumen del calamar después de la fallida temporada del 2024, donde 16 barcos pescaron menos de 11.000 toneladas. «Las cantidades en zonas habituales de reclutamiento de juveniles son abundantes, llevamos cuatro días capturando 400 toneladas en la campaña científica», sostuvo Javier Touza, propietario del Golden Chicha y presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi).
Las expectativas de los empresarios pesqueros pasan por extraer la próxima temporada alrededor de 50.000 toneladas de esta especie. Mientras se espera que el loligo alcance el tamaño adecuado, la flota de capital mixto se dedicará a la captura de merluza y calamar illex (Illex agentinus) rfuera de la zona marítima de las islas Malvinas y al borde de la zona económica exclusiva (ZEE), de Argentina, en la polémica milla 201.
