Las autoridades dieron detalles de cómo es la operatoria en la Zona Económica Exclusiva y de qué manera se ejerce el control marítimo, destacando que hace tiempo los buques de bandera extranjera que no tienen permiso para ingresar, no lo hacen, pero sí resaltaron su presencia, planteando como solución realizar acuerdos bilaterales.

El equipo interdisciplinario viene trabajando desde hace más de tres años, con 30 integrantes, entre los cuales se encuentran capitanes de guardacostas que operan en la milla 200, comandantes de aeronaves, biólogos, analistas de inteligencia marítima y abogados, analizando los aspectos económicos, biológicos, políticos y ambientales.

El profesor de historia, licenciado en Geografía con orientación en Recursos Naturales y con una diplomatura en Políticas para el Futuros Sostenible del Mar Prefecto Mayor Sergio Almada, junto a la subprefecto Luciana De Santis Solla, catalogaron al lugar como “verdaderas ciudades flotantes”.

En la charla relataron que la Autoridad Marítima cuenta con 5 guardacostas de unos 40 años de antigüedad para patrullar los 900 kilómetros que tiene la milla 201 y de esa manera ejercer un control eficiente lo que se ha transformado en prácticamente una “misión imposible”, de acuerdo a sus dichos.

Informaron que en el año 2014 a través del sistema “Mira” con el cual están equipados los guardacostas, comenzaron a detectar a todas las embarcaciones que se encontraban en la zona, incluso aquellas que tuvieran desactivo el Sistema de Identificación Automática (AIS), mediante el cual se transmite la posición de los buques.

Los oradores aclararon que en muchas ocasiones se dice que los barcos de bandera china apagan el AIS para no ser detectados, pero la realidad es que China, como Estado, no les exige a sus barcos tener este sistema.

Tres años más tarde de la puesta en funcionamiento del “Mira”, se desarrolló el Sistema Guardacostas, una plataforma tecnológica innovadora que integra fuentes de información y sistemas de posicionamiento geográfico para contribuir a la seguridad de los argentinos.

Mediante el Sistema Guardacostas se puede obtener todo lo que ocurre en la milla 2021, donde hoy se puede identificar la presencia constante de unos 500 barcos, de los cuales prácticamente las tres cuartas partes tienen bandera de China, mientras que los restantes son de Portugal, Corea y España en su mayoría, pudiendo conocerse de esa manera la cantidad de tiempo que allí permanecen, si están en tareas de pesca y su ubicación real.

Destacaron en el taller que los barcos se acercan para pescar principalmente calamar, abadejo y merluza, resaltando que el problema en torno a las flotas mencionadas no son sus ingresos sino su presencia fuera, ya se puede extender hasta en seis meses, a la vez que reconocieron que la Autoridad Marítima tiene registradas 80 capturas en los últimos años, de las cuales el 90% habían ingresado 1 o 2 millas, aduciendo los capitanes a la hora de prestar declaración que no sabían dónde estaban ubicados.

Destacaron los oradores en el taller que “el impacto hacia el recurso que puede producir un barco que ingresa una milla es mínimo, comparado con el mismo impacto que, estando afuera, pueden producir 500 barcos. La gran problemática es producto de la presencia, no de los ingresos. En los últimos años hubo un cambio de conducta importante por parte de estos buques, que aunque no ingresen a la Zona Económica Exclusiva, depredan de igual manera el mar. Los barcos de flota costera no se arriman a menos de una milla del límite, conocen las consecuencias. Sí a veces se acercan un poco más los buques arrastreros, pero al menos en el último año, no hubo ingresos”.

De la misma manera entre los detalles brindados, relataron que “hay tripulantes que están desde hace meses a bordo en condiciones muchas veces infrahumanas. Recorren miles de kilómetros por la riqueza ictícola, pero no bajan a puerto, hacen trasbordo en altamar y tienen tripulaciones con mano de obra esclava y trabajo forzado. Al hacerles un seguimiento, sabemos que hay centros clandestinos internacionales de este tipo de tripulaciones. Algunos hacen escala en África o en el sudeste asiático porque es donde reclutan gente. El primer problema legal en ese sentido, es que esa ilegalidad sucede en aguas internacionales, es decir, fuera de los límites de la Ley Nacional, además de que los buques nunca ingresan a los puertos argentinos. Prefectura tiene autoridad para actuar sólo cuando los barcos ingresan dentro de la Zona Económica Exclusiva. Si ingresan, se envía a la unidad de asistencia de Prefectura o de la Armada Argentina”, explicaron las autoridades.

Desde el EICEMAR, advirtieron además que los buques aprovechan el vacío legal, ya que no existe en altamar para ningún Estado que no sea el Estado de bandera, un instrumento jurídico que permita una acción coercitiva sobre ese barco.